Un año desde el golpe de estado.

Poroshenko ha llegado a la conclusión de que la operación militar en el país sirve para derrotar el desempleo ya que impulsa la industria de defensa ucraniana. Buena manera esa de reducir el número de parados, metiéndolos en el ejército como carne de cañón, y reducirlos a golpe de cañón.

Poroshenko ha anunciado la llegada a Ucrania de unidades de vehículos militares de EEUU Humree como ayuda apara el Ejército. A todo esto parece que se le ha pasado que en febrero se cumplía un año del golpe de Estado en Ucrania. Lo que empezó como una simple protesta contra la suspensión del acuerdo de Asociación entre Kiev y la UE, acabó convertido en uno de las peores páginas de la historia del país, que ha dividido a Ucrania en dos, destruído sus ciudades e infraestructuras del este, alejado de su vecina Rusia, y en fin, causado miles de vidas humanas y el exilio de centenares de miles de personas.

El 22 de febrero el presidente légitimo de Ucrania fué apartado violentamente del poder por un golpe de Estado orquestado por EEUU. Putin ante esta situación calificó el cambio de poder de Golpe de Estado inconstitucional y una toma armada del poder.

El este y sur de Ucrania no reconocieron la legitimidad del gobierno autoproclamado de Kiev y reivindicaron la federalización del país. En la ciudades de Sebastopol, Sinferopol y Odessa en el sur de Ucrania, así como algunas del este Jarkov y Donetsk, miles de ciudadanos salieron a la calles para protestar contra los activistas del Maidan.

El 16 de Marzo Crimea votó un referéndum a favor de la reunificación con Rusia. Fué aprobada la ley constitucional federal para la formación de los dos nuevos sujetos de la Federación Rusa, la República de Crimea y la ciudad federal de Sebastopol. Lugansk y Donestk votaron a favor de la autodeterminación, Kiev anunció que no la reconocía. EEUU y la UE desestimaron el referéndum y lo tacharon de ilegal.

Se cumple pues, un año de guerra en Ucrania, desde que miles de manifestantes se convocaran en la Plaza del Maidan, enfrentamientos violentos, asesinatos por francotiradores, desaparición de periodistas, fosas comunes en el sureste donde continúan los combates y por supuesto las tragedias de Odessa y del Boeing 777 que crearon un contexto tras el cual se ocultan otras tragedias cotidianas de las ciudades del país.

 

Под Донецком найдены захоронения мирных жителей

 
En septiembre las autoridades de Donetsk anunciaron que en todas las fosas comunes encontraron 400 cadáveres de los cuales 350 eran civiles, a ésta se añadieron muchas más.

El portavoz de la Comisión Europea dijo que era «necesaria una investigación independiente en consonancia con las normas internacionales y que incluyan examen forense». Kiev se mostró remiso a unirse a la investigación. Las autoridades  de la UE acusaron a Kiev de ignorar la propuesta para crear un comité internacional a tres bandas que también incluyeran expertos europeos.

Muy pocos detalles han salido a la luz sobre los cuatro periodistas rusos asesinados. El último Andrei Stenin reportero gráfico de la Agencia internacional Rossia Segodnia que murió asesinado por las Fuerzas armadas de Kiev. Kiev no ha movido un dedo por descubrir a los responsables.

Al poner en marcha su operación antiterrorista Kiev ha desplegado en el este, artillería pesada para atacar zonas civiles, hospitales, escuelas y zonas residenciales. Kiev sigue negando que ellos sean culpables de esa clase de incidentes.

En el asunto del Boeing 777 Malaysia Airlines con 298 pasajeros a bordo, desde el principio culparon de la tragedia a Rusia y a los autodefensas sin ninguna prueba para ello. La investigación continúa en curso sin que Ucrania deje a los expertos internacionales llegar al lugar del siniestro. Todo esto desde hace un año.

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